Muchos propietarios/as tienen dudas sobre este tema y, cuando pretenden encontrar una respuesta, parecen topar con información confusa o contradictoria.
La realidad es que no existe una pauta de paseos única y válida para todos los perros. Cada animal tiene necesidades diferentes y debemos adaptarnos a ellas. Sin embargo, sí podemos tener en cuenta algunos aspectos generales que nos ayudarán a determinar si las estamos cubriendo.
– ¿Cuántos paseos al día?
Aunque no haya una norma fija, se recomiendan no menos de tres paseos diarios, repartidos de la forma más equilibrada posible a lo largo de la jornada, para proporcionar al animal la posibilidad de hacer sus necesidades de forma regular. No tiene sentido pasear tres horas seguidas por la mañana si luego pasarán 16h más hasta la próxima salida…
– ¿De cuánto tiempo?
Dependiendo del temperamento de nuestro perro, deberemos dedicar más o menos tiempo a los paseos. Si tenemos un animal muy activo, que disfruta saliendo a la calle, quizás debamos invertir largos ratos en proporcionarle un modo de quemar su energía. Si, por el contrario, nuestro perro es tranquilo, o de edad avanzada, no harán falta larguísimas caminatas o interminables paseos.
Midamos si estamos sacándolo todo lo que necesita según veamos que el animal descansa tranquilo cuando está en casa o busca constantemente algo con lo que entretenerse porque parece aburrido. Si es así, quizás necesite más distracciones, entre ellas, más paseos.
En cualquier caso, si el perro no padece ningún problema que pueda hacer variar esta consideración, mi recomendación es que las salidas no duren nunca menos de media hora. Ése debería ser el mínimo.
– Cantidad y calidad
Procuremos que los paseos sean frecuentes, pero también divertidos para el perro. De nada sirve sacarlo a la calle si sólo lo llevamos hasta la terraza más próxima y lo atamos a la pata de la mesa mientras tomamos una cerveza.
Los paseos tienen que permitir al animal, por lo menos:
1. Olfatear: recordemos que el olfato es el principal sentido de los cánidos y necesitan utilizarlo y desarrollarlo diariamente.
2. Mantener contacto con otros congéneres: los perros son animales sociales y necesitan del contacto con otros miembros de su especie. Lo cual no quiere decir que, si nuestro perro es reactivo (reacciona de forma negativa) con otros perros, tengamos que forzar ese contacto. Trabajemos el problema con pautas adecuadas y la cosa mejorará.
Por otro lado, no todos los perros son igual de sociables y tampoco hay que empeñarse en conseguir que nuestro animal haga “amigos” allá donde vaya. Dejemos que se relacione de forma natural, esogiendo cuándo quiere jugar y con quién.
3. Ejercicio: es necesario para mantener una buena forma física y mental.
– ¿Qué hago si a mi perro no le gusta salir a la calle?
Si tu animal es tímido, o miedoso, y has detectado que no disfruta especialmente saliendo a la calle, lo mejor será optar por paseos cortos pero frecuentes. De esta manera, le proporcionarás un enriquecimiento ambiental muy necesario, que lo estimulará sin avasallarlo. Realiza cinco o seis paseos diarios, si hace falta, aunque tan sólo sean de 10 minutos.
– ¿Dónde ir?
Eso dependerá de si vivimos en la montaña, en la ciudad o en una pequeña urbanización cerca de la playa, por ejemplo. En cualquier caso, es recomendable disponer de un abanico de varios lugares a los que llevar a nuestro perro. De esta forma, el nivel de estimulación que le ofreceremos será mayor que si siempre vamos al mismo sitio o recorremos la misma ruta.
Sin embargo, una vez más, tendremos que fijarnos en el temperamento: animales con mucho miedo no disfrutan con las alteraciones del entorno. En esos casos, lo mejor es proporcionarles una o varias zonas seguras (parques o lugares en los que se sientan cómodos) y realizar allí los paseos.
Fuente: https://simiperrohablara.com/que-numero-de-paseos-diarios-necesita-mi-perro-y-cuanto-deben-durar/
Aunque no haya una norma fija, se recomiendan no menos de tres paseos diarios, repartidos de la forma más equilibrada posible a lo largo de la jornada, para proporcionar al animal la posibilidad de hacer sus necesidades de forma regular. No tiene sentido pasear tres horas seguidas por la mañana si luego pasarán 16h más hasta la próxima salida…
– ¿De cuánto tiempo?
Dependiendo del temperamento de nuestro perro, deberemos dedicar más o menos tiempo a los paseos. Si tenemos un animal muy activo, que disfruta saliendo a la calle, quizás debamos invertir largos ratos en proporcionarle un modo de quemar su energía. Si, por el contrario, nuestro perro es tranquilo, o de edad avanzada, no harán falta larguísimas caminatas o interminables paseos.
Midamos si estamos sacándolo todo lo que necesita según veamos que el animal descansa tranquilo cuando está en casa o busca constantemente algo con lo que entretenerse porque parece aburrido. Si es así, quizás necesite más distracciones, entre ellas, más paseos.
En cualquier caso, si el perro no padece ningún problema que pueda hacer variar esta consideración, mi recomendación es que las salidas no duren nunca menos de media hora. Ése debería ser el mínimo.
– Cantidad y calidad
Procuremos que los paseos sean frecuentes, pero también divertidos para el perro. De nada sirve sacarlo a la calle si sólo lo llevamos hasta la terraza más próxima y lo atamos a la pata de la mesa mientras tomamos una cerveza.
Los paseos tienen que permitir al animal, por lo menos:
1. Olfatear: recordemos que el olfato es el principal sentido de los cánidos y necesitan utilizarlo y desarrollarlo diariamente.
2. Mantener contacto con otros congéneres: los perros son animales sociales y necesitan del contacto con otros miembros de su especie. Lo cual no quiere decir que, si nuestro perro es reactivo (reacciona de forma negativa) con otros perros, tengamos que forzar ese contacto. Trabajemos el problema con pautas adecuadas y la cosa mejorará.
Por otro lado, no todos los perros son igual de sociables y tampoco hay que empeñarse en conseguir que nuestro animal haga “amigos” allá donde vaya. Dejemos que se relacione de forma natural, esogiendo cuándo quiere jugar y con quién.
3. Ejercicio: es necesario para mantener una buena forma física y mental.
– ¿Qué hago si a mi perro no le gusta salir a la calle?
Si tu animal es tímido, o miedoso, y has detectado que no disfruta especialmente saliendo a la calle, lo mejor será optar por paseos cortos pero frecuentes. De esta manera, le proporcionarás un enriquecimiento ambiental muy necesario, que lo estimulará sin avasallarlo. Realiza cinco o seis paseos diarios, si hace falta, aunque tan sólo sean de 10 minutos.
– ¿Dónde ir?
Eso dependerá de si vivimos en la montaña, en la ciudad o en una pequeña urbanización cerca de la playa, por ejemplo. En cualquier caso, es recomendable disponer de un abanico de varios lugares a los que llevar a nuestro perro. De esta forma, el nivel de estimulación que le ofreceremos será mayor que si siempre vamos al mismo sitio o recorremos la misma ruta.
Sin embargo, una vez más, tendremos que fijarnos en el temperamento: animales con mucho miedo no disfrutan con las alteraciones del entorno. En esos casos, lo mejor es proporcionarles una o varias zonas seguras (parques o lugares en los que se sientan cómodos) y realizar allí los paseos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario